(Si queréis ver las fotos mejor, hacéis doble clic sobre ellas y pasan a un visor donde se ven en mayor tamaño)
Hola a todos:
Por fin tengo un rato para ponerme a escribir. Diversos compromisos personales desde mi llegada a España me han impedido hacer esta entrada antes, pero aquí estoy dispuesto a contaros como he vivido la experiencia en primera persona.
Después de repasar todo lo que se ha publicado sobre la expedición, vuestros comentarios y mensajes de ánimo en facebook, el blog, correos... me he dado cuenta de que habéis estado muy bien informados.
Incluso en los días que no he podido comunicar, Victoria ha sabido "leer" mi mente desde la distancia y adivinar mis intenciones a la perfección (a veces "da miedo" lo bien que me conoce, ja ja).
Normalmente termino estos relatos con un resumen del ataque a cumbre. Lamentablemente, este año no ha habido suerte y resumiros mi diario completo, del que ya se han publicado algunos extractos en el blog, sería demasiado largo y reiterativo.
Por ello he decidido contaros en esta entrada, cuales han sido mis impresiones este año, lleno de intensas emociones, a lo largo de las distintas fases de la expedición.
Espero que os guste:
INICIO DEL VIAJE: TRAYECTO HASTA ASKOLE.
Cómo siempre que se inicia un proyecto de este tipo, salí de Cartagena lleno de ilusión, aunque algo nostálgico porque sabía que iba a estar muchos días sin ver a mis seres queridos, y además, conociendo la dureza de las jornadas que tenía por delante porque ya había estado en la zona en el año 2.000.
Además, el mismo día que salía, nos enteramos de las primeras noticias del atentado en el Nanga Parbat, noticias aún inciertas, que sólo contribuyeron a intranquilizar a mi familia, aunque intentaban disimularlo.
La llegada a Islamabad, fue un caos, no voy a entrar mucho en este tema porque ya está descrito en el blog, pero las noticias cambiaban de un momento a otro.
Yo tenía claro que iba a seguir adelante fuera como fuera, nos había costado un gran esfuerzo económico que yo estuviera allí, y no podía permitirme el lujo de abandonar, porque no sabía cuando podría volver (sin patrocinio, es muy difícil afrontar estas expediciones, y aunque el Ayuntamiento de Cartagena me ha patrocinado parcialmente, la mayor parte ha salido de la economía familiar).
En esos primeros días, conocí a José Rivadenerira, ecuatoriano, y Harald Hasslacher, el austriaco "Harry"; me los presentaron en el hotel y rápidamente conectamos, son buena gente, y mis primeros compañeros en una expedición a la que, una vez más, había ido solo.
Carlos, Jose y Harald
Tras un día de turismo por Islamabad y aclararse un poco la situación, decidimos empezar el viaje de aproximación a la zona en todo terreno, para pasar "desapercibidos", dado que las autoridades no recomendaban el paso por la KKH en la zona del Nanga Parbat para extranjeros.
Ya os ha contado Victoria las incidencias en este viaje (perdimos seis horas intentando atajar y salió mal, tuvimos que atravesar en convoy escoltado la zona del Nanga Parbat, con bastante miedo porque realmente éramos un blanco fácil, luego nuestro conductor intentó ganar tiempo y aquello parecía un rallye...).
Tenía curiosidad por ver cómo estaba la KKH, porque de mi primer viaje la recordaba con auténtico pavor (muchos derrumbes, firme en muy mal estado, tramos en los que tenías la sensación de estar a pique de caerte al rio Braldo...).
Si bien al principio había mejorado algo, estaba asfaltada e incluso tenía pintada rayas de arcén, pronto se convirtió en la misma pista que yo recordaba y el atasco provocado por el convoy no contribuyó a mejorar la situación. Realmente fue un viaje muy cansado, muy pesado y en algunos tramos... con mucho miedo. Pero al final llegamos a Skardu sanos y salvos en la madrugada del día 27 de junio.
Convoy en la KKH
En Skardu, se supone que tenía una jornada de descanso pero, primer problema, mi material, que me habían asegurado que estaba allí, no había llegado. Nuevas gestiones, muchos nervios aunque me decían como siempre "no hay problema". Las buenas noticias son que la agencia nos enseña las dos tiendas que tendremos en el C1, que no sabíamos que estaban incluidas y que nos vendrán muy bien. Compramos cartuchos de gas (18 creemos que van a ser suficientes) y Jose alquila el material que le faltaba.
También conocí a Shalman, nuestro representante de la agencia que nos acompañaría al Campo Base y a Pharman, nuestro cocinero, un tipo realmente afable que fue en todo momento extremadamente amable conmigo, del que tengo un recuerdo entrañable y al que siempre estaré agradecido por el apoyo que me supuso.
Pharman a la derecha y a la izquierda el pinche
Finalmente el 28 de junio me confirman que mi material ha llegado, termino de arreglar todo rápidamente y salimos rumbo a Askole en todo terreno. La ruta, sin ser maravillosa, ha mejorado respecto a años anteriores, al menos en los primeros km y los puentes están en su sitio. Pasamos varios puentes colgantes preguntándonos cómo es posible que aguanten porque la madera está muy vieja y los cables oxidados pero, por suerte, pasamos sin problemas. La ruta sigue siendo muy peligrosa, tiene zonas verdaderamente expuestas, pero el conductor es realmente muy hábil.
Camino a Askole
Llegamos a Askole, lo encuentro muy cambiado, hay más casas, más cultivos, alguna casa más moderna. La agencia incluso tiene un refugio con agua, luz... decidimos dormir en él en vez de montar las tiendas, así mañana será más rápida la salida.
Askole
A la mañana siguiente, los porteadores están esperando que se les adjudiquen sus cargas, los tres llevaremos 7 porteadores (de ellos 3 llevarán mi material), pero también tendremos que llevar todo el material común para una expedición que durará aproximadamente unos 35 días de CB, por lo que al final serán unos 30 porteadores los que nos acompañen durante el trekking.
Repartiendo las cargas
TREKKING: GLACIAR DEL BALTORO
Iniciamos el trekking el 29 de junio. Serán 8 días de marcha (incluido el día de descanso en Paiyu) que ya ha descrito Victoria en el blog.
Camino a Jula
Llegando a Jula
Es una marcha muy dura, tanto por las condiciones climatológicas como porque intento seguir a su ritmo a mis compañeros y "fuerzo demasiado", en montaña cada uno tiene que ir a su ritmo y yo, que vivo a nivel del mar y no había tenido demasiada ocasión de entrenar en altura, noto los cambios de altitud mucho, al final de las jornadas estoy agotado, aunque recupero con el descanso.
El terreno es muy duro, continuos ascensos y descensos, enormes pedregales, pero a mí, lo que se me hace más duro, es caminar por extensas zonas de "arena fina" que es como caminar por la arena seca de una playa en la que te clavas y hay que hacer un gran esfuerzo para dar cada paso.
Zonas de "arena"
Llegamos a Paiyu tras dos días de marcha, estoy un poco preocupado porque no consigo conectar con Victoria por el satélite, pero mañana es jornada de descanso (aunque los porter ya no hacen el ritual tradicional porque todo es más moderno, algunos sí siguen manteniendo sus tradiciones, los nuestros al menos no cantaron ni bailaron); intento solucionarlo y por fin lo consigo.
Tenía ganas de oír su voz, me acuerdo mucho de ella, sé que esto le encantaría, el paisaje es espectacular y, aunque iría renegando todo el camino, al final diría con una sonrisa "¡qué sitio más chulo!".
Tras descansar un día, en Paiyu, continuamos por el glaciar sin mayores incidencias en agotadoras marchas, llegamos a Urdukas, Goro II, Shagaring y finalmente CB.
Trekking por el Glaciar del Baltoro
Vistas desde Urdukas
Goro II con el GIV al fondo y, detrás, la cumbre del GII
El paisaje es espectacular, ahora os pongo un par de fotos de las curiosas velas (formaciones de hielo) y setas que salpican todo el paisaje, pero en una entrada aparte os pondré algunas fotos de las montañas. No sé transcribir con palabras la emoción que se siente al ver esas moles en directo, ¡te sientes tan insignificante y a la vez tan grande!, reconozco que soy un privilegiado tan solo por poder estar allí. Cada vez me encuentro mejor, y disfruto con el trekking. Además, durante el paso por Concordia el tiempo nos ha respetado y nos ha permitido ver perfectamente el K2 (8.611m) y el Broad Peak (8.047 m), pero, a lo largo de todas las jornadas que llevamos hemos podido ver perfectamente todas las montañas míticas de la zona: El Paju Peak, la Torre Sin Nombre, la Gran Torre del Trango, las Catedrales de la Tierra, la Torre de Uli Biaho, Masherbrum, el Mitra Peak, el G4 con la cumbre del G2 detrás.
Glaciar lateral
Imágenes típicas del Glaciar
Con el Masherbrum al fondo
Velas de hielo y setas
Porter
Trekking por Concordia
(los puntitos que hay hacia la izquierda son nuestros porter)
K2 y Broad Peak
CAMPO BASE: INTENTO DE ESCALADA DEL G2
Tras la llegada al CB, primer problema serio. El teléfono por satélite no funciona, y no logro contactar con Victoria. Hay escasos días para intentar solucionarlo porque tengo que iniciar la aclimatación, subir a C1 y bajar de nuevo para acostumbrar mi cuerpo a la altura. Además me dicen que el glaciar al C1 está este año muy mal y es agotador.
Varios españoles de una expedición al G1, me echan una mano, no sé lo que está pasando porque mis comunicaciones con España son casi inexistentes. Jose y Harald deciden subir a C1 el mismo día que llegan.
Yo, por los compromisos adquiridos de intentar hacer un "diario de expedición" para que la siguierais en directo, decido quedarme en el CB a solucionar lo del satélite (luego me pasaría factura). Tras varios días, cuando ya daba todo por perdido, decido salir a C1 sabiendo que estaré incomunicado, hago una última prueba antes de salir y... FUNCIONA!!! (luego me he enterado de todas las gestiones que hubo que hacer por el Ayuntamiento de Cartagena desde España y el "follón" que dio Victoria, gracias a todos).
Campo Base GI-GII
Mi primera subida a C1 fue muy dura, Jose y Harald ya era la segunda vez que subían, intenté subir a su ritmo pero me resultó imposible, y finalmente fueron ellos los que tuvieron que adaptarse al mío. El glaciar está enormemente roto y muy peligroso, y el intenso calor que hacía no facilitaba la progresión. Tardamos 13 horas en llegar a C1, lo que me desmoralizó bastante.
Subida a C1
Con el GII y G III al fondo
Cascadas de hielo
Subida desde el inicio del plató
Jose y Harald decidieron seguir tras descansar en C1 hasta C2 y si podían incluso más. Yo tenía la sensación de que no recuperaba bien, y decidí quedarme en C1; al día siguiente subí solo La Banana y hasta C2 (6 horas) para volver a bajar a C1.
C1 al fondo, sobre el plató, bajo el G VI
C1
También hubo algún rato bueno
(muñeco que hicieron los rusos)
Fueron unos días de incertidumbre, malas sensaciones, y soledad, que contribuyeron a desmoralizarme y pensar que el reto que me proponía este año era demasiado para mi, que algo iba mal.
Decidí bajar a CB (5 horas), sin ninguna idea preconcebida, a descansar y ver como respondía mi cuerpo y mi mente, y durante la bajada, segundo problema serio, se me rompió la bota derecha (perdí completamente la pieza de la suela que fija el crampón). Eso hizo que fuera muy inestable, tuve una caída sin importancia en la que no me hice nada pero quedé justo al borde de un lago... podía haber sido fatal.
Esto no contribuyó precisamente a que recuperara la moral, me veía sin fuerzas física y mentalmente, con la equipación en malas condiciones, pensaba que mis compañeros estaban en los campos de altura y no bajarían.
Pese a los ánimos que intentan darme los españoles del CB y que hablaba con la gente de allí y me decían que todos los equipos progresaban muy lentos hasta el C1 por las malas condiciones del glaciar, no conseguía animarme y comuniqué a Victoria que me retiraba, tras haber avisado antes a Jose mientras éste estaba en C1. Contacté con un porter de altura y le pagué 80 dólares para que me bajara mis cosas de C1 tras indicarle donde estaban.
Justo entonces apareció Harald en el CB, me informó que ellos no habían hecho cumbre, que aún quedaba mucho por hacer. Había conocido a un húngaro Csava Varga y, aunque Jose estaba en los campos de altura (no sabíamos donde exactamente), volvimos a formar un equipo de 3 y decidimos subir nuevamente a C1.
Subimos por la tarde para evitar pillar tanto calor en las últimas horas del día, salimos a las 5 de la tarde, lo que luego nos dimos cuenta de que fue un error. Las condiciones de la nieve a esa hora eran "penosas" y nos hundíamos continuamente, nos desorientamos y estuvimos perdidos como una hora, nos dimos varios sustos en algunas grietas, menos mal que íbamos encordados.
Aún así, mejoramos notablemente el tiempo de la primera ascensión, tardamos 8 horas y media.
En la subida a C1, tercer problema importante. Las misma rotura que había sufrido en la bota derecha me ocurrió en la izquierda (esto no es normal), tuve que subir más de la mitad del glaciar con tan sólo un crampón y el peligro que ello suponía.
Otra vez, me tengo que quedar en C1 a intentar solucionar el problema, mientras mis compañeros, como debe ser, continúan su ascensión aprovechando el buen tiempo que hacía.
Vuelvo a tener "malas sensaciones". No sé qué hacer. Allí apenas tengo medios para solucionar el problema pero esta vez, como describe Victoria, no estoy desanimado, estoy enfadado. Intento solucionar el problema una y otra vez, pero no tengo claro que hacer. Victoria intenta animarme desde España y me dice que haga lo que haga estará bien, pero no lo tengo claro. La única buena noticia es que apareció Jose y me informó que había hecho cumbre en el GII.
Tras una noche de descanso, decido intentarlo, aún sabiendo que va a ser difícil hacer cumbre, llegaré hasta donde pueda pero
"un bombero de Cartagena nunca se retira"
Fijo los crampones al máximo y salgo para arriba con la intención de encontrarme con mis compañeros si no han hecho cumbre (no podemos comunicar porque sólo llevamos dos emisoras y una la dejamos en CB por si acaso).
Salida desde C1 a C2
Voy solo, la subida a La Banana se me hace muy dura, hace un calor tremendo, vestido de alpinista y con unos 10 Kg a la espalda.
Llego fundido a C2 (4:30 h) pero con intención de seguir al día siguiente a C3 en cuanto pueda porque la predicción decía que habría sólo un día de mal tiempo. No obstante, un sherpa me informó que la predicción no era de uno, sino de tres días de mal tiempo, había pasado una noche con mucho viento, por lo que decidí bajar de nuevo a C1, máxime con el estado en que llevaba los crampones.
En el C2, a primera hora, habían aparecido Harald y Csava que bajaban de C3 y me informaron que ellos también habían hecho cumbre en el GII.
Subida a C2
Al llegar a C1, me entero de las noticias sobre lo ocurrido en el G1 (4 de los españoles estaban en problemas en los campos altos, todos sabemos el desenlace posterior), volvieron a ser días de incertidumbre esperando noticias, muy mal tiempo, la tienda se enterraba en la nieve continuamente... . Fueron tres días y medio aguantando en el C1 porque sabía que si bajaba al CB probablemente no volvería a subir.
Por fin, informan de que hay una buena ventana de tiempo que podría permitir intentar hacer cumbre entre el 27-29 de julio. Decido intentarlo y salgo para arriba.
Campo 1 semienterrado por la nieve
GII con mal tiempo
GII con buen tiempo
Vuelvo a subir la durísima Banana por tercera vez y llego a C2, tardo un poco más porque las condiciones de la montaña son muy duras, hay mucha nieve (5:30 h). Los crampones no van bien del todo pero están aguantando. Duermo en C2 y salgo hacia C3 sobre las 07:00 h, la ascensión va bien, me encuentro fuerte, cansado porque es muy empinado, pero voy subiendo. El crampón izquierdo, sobre todo, se suelta varias veces y consigo reajustarlo, el derecho se mueve un poco. Voy muy lento e inseguro.
Subida a C3
Pirámide final
A 6.800 m, viendo mi ritmo de progresión, me paro y me replanteo qué estoy haciendo.
Sé que puedo conseguirlo o... me puedo matar.
Me queda mucho aún y sobre todo, aunque llegue a C3, una travesía muy peligrosa para alcanzar la arista de cumbre, en la que unos crampones en condiciones son fundamentales.
Le prometí a Victoria que no haría tonterías, y sé que lo que pretendo, fallándome como lo están haciendo los crampones, es muy peligroso... y, aunque me cuesta, decido darme la vuelta. La montaña seguirá allí para intentarlo en otra ocasión si se da el caso.
Bajando, tengo un buen susto en la parte alta de la Banana porque la nieve cede, en la foto que os pongo, la huella de caída superior es mía.
Huella de caída en la parte superior de la arista
Llego a C1, y como os cuenta Victoria en el blog, tengo que bajar a CB solo (6 horas). La bajada fue muy peligrosa, sobre todo en una ocasión en que me vi forzado a saltar una grieta en la que no tenía nada claro que fuera a llegar, cogí impulso y dejé a la suerte el conseguirlo, tampoco me podía quedar allí. En esta ocasión (yo creo que la única en todo el viaje), la suerte me fue favorable.
Finalmente llegué a CB y llamé a Victoria, estaba fundido, con la decepción de no haber hecho cumbre pero tranquilo porque lo había intentado a tope.
Si tenía alguna duda, la reacción de Victoria, que me repitió hasta la saciedad lo orgullosa que se sentía de mí, me reconfortó y me fuí a dormir tranquilo a la tienda, para un descanso muy merecido.
La vuelta a casa también estuvo llena de sensaciones.
Volví con el grupo de españoles del GI, el colombiano Aníbal Pineda y el argentino Mariano Galván.
Todos estábamos deseando llegar cuanto antes, y nos recorrimos el glaciar, por el mismo sitio que llegamos, en tan solo 3 días (98 Km).
El viaje fue un poco accidentado, el caudal de los ríos había crecido mucho tras las fuertes nevadas y el enorme calor que ha hecho este año; un puente había sido arrastrado y tuvimos que cruzar el río andando sujetos tan solo a un fino cordino y enfrentándonos a la fuerte corriente que casi me arrastra. Mariano fue arrastrado y rescatado por uno de los porteadores, lo que no había conseguido la montaña, casi lo consigue el rio.
Afortunadamente, todos llegamos bien, y pasamos día y medio en Skardu, actualizando nuestras noticias, confraternizando, contactando con las familias...
Con Mariano Galván
Y hasta aquí mi aventura.
Espero que no tarde tanto como esta vez en iniciar otra, me ha vuelto a picar el gusanillo de la montaña y este gusano, se mete en la sangre para quedarse allí para siempre.
PD: En breve publicaré una última entrada sólo con fotos de las montañas para los que queráis conocer mejor la zona y para mis amigos de la montaña.
Carlos Garranzo